Flor de Aciano (centaurea cyanus)
También conocido como : Flor celeste, Escobilla ordinaria, Scabiosa, Liebrecilla
La aciano se puede encontrar frecuentemente en campos de cereales porque sus semillas se mezclan fácilmente. También crece en bosques y prados. Sus flores de forma singular e intenso colorido la hacen un buen ejemplar ornamental o como flor cortada en ramos.
El aciano necesita cantidades moderadas de agua para crecer bien, por lo que hay que regarlo una vez cada 3 o 4 días en primavera y en otoño. En verano, cuando la temperatura es alta, se evapora mucha agua, por lo que el riego debe hacerse dos veces al día: por la mañana y por la tarde. No obstante, para evitar que se acumule agua en la tierra, se puede rociarla planta en lugar de ello. Durante el invierno, el aciano ha de regarse una vez cada 1 o 2 semanas, pues es mejor mantener el suelo ligeramente seco.
El aciano tolera los suelos infértiles, aunque una adecuada nutrición estimulará la floración. Antes de plantar, durante la preparación del suelo, suele aplicarse un fertilizante de base apropiado (preferiblemente orgánico o mineral). Los fertilizantes a base de nitrógeno pueden aplicarse en la fase vegetativa para promover el crecimiento.
Medio mes antes de la época de floración, pueden aplicarse fertilizantes a base de fósforo y potasio (por ejemplo, fosfato monopotásico) para estimular la floración. Intenta evitar un exceso de fertilización porque, de otro modo, solo ayudará a que crezcan más malas hierbas, provocando un sobrecrecimiento de las plantas, pero reduciendo la floración.