Tomillo (Thymus vulgaris)
También conocido como : Tomillo negrillo, Tomillo caliza, Tomillo borde, Tomillo royo
El tomillo es una planta que cuenta con una larga tradición: desde la antigüedad, se usaba para quemar y hacer incienso en algunas ceremonias. Hoy en día sirve como planta ornamental en algunos jardines, pero también se usa como especie y condimento alimenticio. Además, es componente de algunos productos industriales.
Tomillo prospera en suelos bien drenados, reflejando sus orígenes mediterráneos donde experimenta lluvias esporádicas. Adaptado a condiciones secas, tomillo tiene una tolerancia moderada a la sequía y prefiere riegos menos frecuentes, alineándose con su capacidad para resistir períodos de baja disponibilidad de agua. Su programa de riego debe mantenerse cada 1-2 semanas. Generalmente cultivado al aire libre debido a su necesidad de exposición al sol, tomillo se beneficia de las mayores tasas de evaporación que se encuentran afuera, lo que ayuda a prevenir el exceso de riego y la pudrición de las raíces, problemas comunes cuando no se tiene en cuenta la preferencia de esta hierba por condiciones más secas.
Para un crecimiento óptimo, tomillo requiere un fertilizante nutricional equilibrado, bajo en nitrógeno para prevenir un exceso de follaje. La fertilización debe ocurrir en primavera con un seguimiento a principios del otoño, sin exceder 1/4 taza por planta para evitar quemaduras en las raíces. Los beneficios incluyen una mayor resistencia y estimulación de los aceites aromáticos. Durante el crecimiento inicial, fertilice cada 4-6 semanas; el tomillo maduro necesita menos. Aplique después de la lluvia o el riego para una absorción efectiva de nutrientes. Advertencia: La sobre-fertilización disminuye el sabor. Consulte la estación y madurez para necesidades precisas.