
Jazmín Brasileño (Mandevilla sanderi)
El jazmín Brasileño (Mandevilla sanderi) es una enredadera trepadora de rápido crecimiento y atractiva apariencia. Por eso, en muchos lugares del mundo es utilizada para decorar pérgolas, arcos y otras construcciones de jardines. Las raíces del jazmín Brasileño acumula enormes cantidades de agua y nutrientes que sirven para resistir a la sequía.
Prosperando en su ambiente tropical nativo, jazmín Brasileño se ha adaptado a la humedad regular y a altos niveles de humedad. Esta especie se caracteriza por una preferencia por la hidratación constante pero puede soportar períodos cortos de sequía. El riego debe realizarse semanalmente para mantener su crecimiento exuberante. Jazmín Brasileño florece mejor cuando se cultiva al aire libre, donde puede recibir lluvia natural que complementa su horario de riego y promueve la floración vibrante característica de esta especie.
Para aumentar las flores y el vigor de jazmín Brasileño, emplee fertilizantes con alto contenido de fósforo quincenalmente durante la temporada de crecimiento, reduciendo a una vez al mes en invierno. Aplique una solución a mitad de fuerza para evitar la sobre-fertilización. El riego diligente después de la fertilización ayuda a la dispersión de nutrientes y la protección de raíces. Observe la adaptación estacional, utilizando los meses más cálidos para una alimentación más frecuente, apoyando la fase de crecimiento óptima de jazmín Brasileño.