De lo necesario a lo baladí
En este artículo he escogido una palabra muy arábigo-andaluza pues es la que mejor define sobre lo que voy a escribir. Esta palabra es «baladí», que significa: insustancial, insignificante, fútil, intrascendente, nimio, pueril, superficial, trivial, despreciable, vano. En ciertos países árabes esta palabra hace referencia una cierta danza.
Bien, una vez hecho esta breve introducción, lo necesarios puede ser un concepto abstracto e inconmensurable, sólo entendible da acuerdo a cosas y momentos concretos. Por ejemplo, comenzaré hablemos de la vida animal: Para un ser vivo le es necesario un medio de locomoción: patas, alas, aletas, etc.; un espacio en el que encontrar comida, agua, descanso y donde reproducirse. Y poco más le es necesario. Tienen la misma necesidad que el ser humanos en los tiempos remotos, o prehistóricos.
Así que la necesidad es un concepto que va cambiando con los tiempos «humanos», ya sea a medida que descubre la técnica de la agricultura y ganadería, la necesidad de intercambiar productos excedentes (comercio), la aparición de la escritura, la administración artística del sonido (música), el uso de herramientas (técnica), etc. Y con esos avances va cambiando el concepto de «necesidad» pues, cuanto más tienen más desea, hasta que va confundiendo la necesidad por el deseo. Es como un círculo vicioso que no encuentra el final, ni la satisfacción plena pues, al no tener como referencia ontológica la «necesidad natural», pierde sentido vital.
De esta forma muchas de las cosas que hoy llamamos «necesarias» sin, simplemente, cosas insustanciales, insignificante, fútil, intrascendente, nimio, pueril, superficial, trivial, despreciable, vano. Y ese es el mundo que nos hemos dado, salvo quienes sigan el dicho del antiguo sabio Séneca:
No es más rico quien mas posee, sino el que menos necesita